En el segmento externo de los bastones y conos se encuentran los discos que contienen los fotopigmentos. Este es el lugar donde se produce la transducción.
Por acción de la luz y la oscuridad, los discos experimentan un proceso de destrucción y renovación que sigue un ritmo circadiano (24 horas):
La membrana de los fotorreceptores, al contrario que en la mayoría de las células, en estado de reposo está parcialmente despolarizada. En ausencia de luz (visión nocturna o escotópica) el nucleótido GMPc intracelular mantiene abiertos los canales de Na+ regulados por el GMPc, que entra dentro de la célula manteniendo una diferencia de potencial dentro/fuera de -40 mV (relativamente despolarizada).
La luz (visión diurna o fotópica) activa las moléculas de pigmento. El pigmento activado estimula la proteína G que estimula a su vez la enzima GMPc fosfodiesterasa que metaboliza la GMPc, lo que conlleva la reducción de GMPc y que los canales de Na+ se cierren. Entonces la membrana del fotorreceptor se hiperpolariza.
Por lo tanto, la estimulación lumínica de los fotorreceptores lleva a la hiperpolarización de los mismos.
Dado que la liberación del neurotransmisor está regulada por el valor del potencial de membrana del Fotorreceptor, la hiperpolarización del mismo conlleva la no liberación de la sustancia transmisora que es el Glutamato. El efecto del Glutamato (excitatorio o inhibitorio) dependerá del receptor post sináptico, que es distinto dependiendo del tipo de célula. Resumiendo, la estimulación del Fotorreceptor que conlleva la hiperpolarización de la membrana provoca la excitación o inhibición de la célula postsináptica dependiendo del tipo de ésta.
Por acción de la luz y la oscuridad, los discos experimentan un proceso de destrucción y renovación que sigue un ritmo circadiano (24 horas):
- Los discos de los bastones se destruyen por la mañana por la influencia de la luz.
- Los discos de los conos se destruyen por la noche como consecuencia de la oscuridad.
La membrana de los fotorreceptores, al contrario que en la mayoría de las células, en estado de reposo está parcialmente despolarizada. En ausencia de luz (visión nocturna o escotópica) el nucleótido GMPc intracelular mantiene abiertos los canales de Na+ regulados por el GMPc, que entra dentro de la célula manteniendo una diferencia de potencial dentro/fuera de -40 mV (relativamente despolarizada).
La luz (visión diurna o fotópica) activa las moléculas de pigmento. El pigmento activado estimula la proteína G que estimula a su vez la enzima GMPc fosfodiesterasa que metaboliza la GMPc, lo que conlleva la reducción de GMPc y que los canales de Na+ se cierren. Entonces la membrana del fotorreceptor se hiperpolariza.
Por lo tanto, la estimulación lumínica de los fotorreceptores lleva a la hiperpolarización de los mismos.
Dado que la liberación del neurotransmisor está regulada por el valor del potencial de membrana del Fotorreceptor, la hiperpolarización del mismo conlleva la no liberación de la sustancia transmisora que es el Glutamato. El efecto del Glutamato (excitatorio o inhibitorio) dependerá del receptor post sináptico, que es distinto dependiendo del tipo de célula. Resumiendo, la estimulación del Fotorreceptor que conlleva la hiperpolarización de la membrana provoca la excitación o inhibición de la célula postsináptica dependiendo del tipo de ésta.
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