Consiste en la presencia de dos o más identidades (cada una de ellas con un patrón propio y persistente de percepción, interacción y concepción del entorno y de sí mismo). Al menos dos controlan de forma recurrente el comportamiento del individuo.
La disociación es un estado en el que una persona se separa de la realidad. Es incapaz de recordar información personal importante debido a que se trata de acontecimientos que ocurrieron cuando otra de las identidades tenía el control.
Es un trastorno que aparece en la infancia, nunca en la edad adulta, aunque persista durante la edad adulta.
Causas
Es un mecanismo de defensa para poder sobrellevar el dolor y el miedo provocado por un abuso repetido durante la infancia. Casi siempre se trata de una abuso sexual perpetrado por uno de los padres u otro miembro de la familia, que se encarga de atender y cuidar al niño. El trastorno es más grave cuando el abusador/a es capaz de ofrecer amor y protección simultáneamente.
No todas las personas son capaces de disociar, hay que nacer con esa capacidad. Suelen ser personas creativas y susceptibles de ser hipnotizadas.
Para que aparezca el trastorno han de darse las siguientes circunstancias:
No todas las personas que tienen un episodio disociativo como respuesta a un trauma desarrollan el trastorno. Es necesario que el trauma se repita en el tiempo.
La disociación es un estado en el que una persona se separa de la realidad. Es incapaz de recordar información personal importante debido a que se trata de acontecimientos que ocurrieron cuando otra de las identidades tenía el control.
Es un trastorno que aparece en la infancia, nunca en la edad adulta, aunque persista durante la edad adulta.
Causas
Es un mecanismo de defensa para poder sobrellevar el dolor y el miedo provocado por un abuso repetido durante la infancia. Casi siempre se trata de una abuso sexual perpetrado por uno de los padres u otro miembro de la familia, que se encarga de atender y cuidar al niño. El trastorno es más grave cuando el abusador/a es capaz de ofrecer amor y protección simultáneamente.
No todas las personas son capaces de disociar, hay que nacer con esa capacidad. Suelen ser personas creativas y susceptibles de ser hipnotizadas.
Para que aparezca el trastorno han de darse las siguientes circunstancias:
- Una víctima con predisposición psicológica para disociar
- Un acontecimiento traumático
- Traumas repetidos que encadenen las disociaciones en una nueva identidad.
No todas las personas que tienen un episodio disociativo como respuesta a un trauma desarrollan el trastorno. Es necesario que el trauma se repita en el tiempo.
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